Un grupo de científicos del Instituto Max Planck ha desarrollado un método revolucionario que permite la producción de acero verde utilizando hidrógeno y residuos de aluminio. Esta técnica innovadora tiene el potencial de transformar la industria siderúrgica, reduciendo drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero.

Un cambio en la producción de acero

La industria del acero es responsable de aproximadamente el 10 % de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial, lo que plantea un desafío considerable en la lucha contra el cambio climático. Ante este problema, los investigadores han logrado idear un proceso que utiliza hidrógeno verde y residuos industriales de aluminio, en concreto el lodo rojo, un subproducto tóxico de la producción de aluminio, para producir acero de forma ecológica.

El proceso permite convertir el óxido de hierro presente en el lodo rojo en acero utilizando plasma de hidrógeno. Esta técnica podría permitir la producción de 700 millones de toneladas de acero al año sin emisiones de CO2, lo que representa aproximadamente un tercio de la producción mundial de este metal.

¿Cómo funciona el proceso?

El método se lleva a cabo en hornos de arco eléctrico convencionales, donde el lodo rojo, que contiene entre un 30 % y un 40 % de óxido de hierro, se funde y reduce mediante plasma compuesto por hidrógeno verde. Este proceso, conocido como reducción por plasma, transforma el óxido de hierro en hierro puro en solo diez minutos. El hierro resultante es de alta pureza y puede utilizarse directamente para fabricar acero.

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Además, los otros óxidos que se encuentran en estado líquido tras la reacción pueden emplearse en la construcción, ya que no son corrosivos y adquieren una apariencia similar al vidrio tras enfriarse. Los metales pesados que se separan también pueden tener otros usos industriales, maximizando la sostenibilidad del proceso.

El papel del hidrógeno verde en la sostenibilidad

El uso de hidrógeno verde es clave para la sostenibilidad de este proceso. A diferencia de los métodos tradicionales, que emiten grandes cantidades de CO2, este método no genera gases de efecto invernadero, lo que lo convierte en una alternativa más respetuosa con el medio ambiente. Además, el uso de electricidad proveniente de fuentes renovables hace que la técnica sea aún más ecológica y eficiente en términos de costos.

Se estima que la implementación de este proceso podría reducir las emisiones de CO2 en la industria siderúrgica en aproximadamente 1,5 millones de toneladas al año, posicionando al hidrógeno verde como una herramienta esencial para una producción de acero más limpia y responsable.

Hacia un futuro más verde en la industria del acero

Este avance tiene el potencial de revolucionar la industria siderúrgica, que podría adoptar esta tecnología para reducir significativamente sus emisiones y aprovechar los 4.000 millones de toneladas de lodo rojo acumuladas en el mundo como fuente de hierro. Si la industria implementa este proceso, el impacto positivo en el medio ambiente podría ser considerable, avanzando hacia un modelo de producción más ecológico y sostenible.

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