En las últimas décadas, un equipo de paleontólogos ha estudiado coprolitos (heces fosilizadas) y restos de vómito de dinosaurios, recolectados en Polonia. Los hallazgos, publicados en Nature, han revelado detalles inéditos sobre la dieta y los hábitats de estos reptiles prehistóricos, así como una visión de Pangea durante la transición del período triásico al jurásico, hace entre 230 y 200 millones de años.
¿Cómo se realizaron los análisis?
Los análisis realizados con imágenes de sincrotrón permitieron a los científicos explorar el interior de las heces fosilizadas. Además de identificar qué comían los dinosaurios, el estudio mostró cómo competían y se adaptaban a un ecosistema dinámico. Según Martin Qvarnström, investigador de la Universidad Uppsala y coautor del estudio, «el dominio de los dinosaurios fue una transición compleja influenciada por el oportunismo ecológico y la competencia».

Hace 230 millones de años, la actual Polonia formaba parte del supercontinente Pangea, donde los dinosaurios convivían con plantas, peces, insectos y otros organismos. Las evidencias encontradas incluyen materia orgánica masticada, huesos triturados y heces, lo que permitió reconstruir parte de su entorno.
Entre los hallazgos más sorprendentes, los coprolitos de saurópodos contenían no solo helechos y otras plantas, sino también carbón, lo que sugiere que los dinosaurios lo consumían para contrarrestar toxinas presentes en su dieta. Además, algunas plantas identificadas no correspondían a las regiones donde se hallaron los coprolitos, indicando que los dinosaurios se alimentaban lejos de esos lugares.
El uso del sincrotrón, un método no invasivo, permitirá seguir explorando estos «baúles de tesoros» del jurásico temprano. Según Grzegorz Niedźwiedzki, autor principal del estudio, «tendremos trabajo para los próximos 25 años» gracias a la gran cantidad de muestras recolectadas.
Aún queda mucho por descubrir

Aunque los dinosaurios desaparecieron hace 66 millones de años, estos coprolitos y vómitos conservan millones de años de historia aún por descubrir. Con paciencia, tecnología avanzada y un poco de suerte, queda mucho por aprender sobre la vida y los hábitos de estos fascinantes animales.






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