Durante años, el imaginario zombi se ha dividido en dos bandos casi irreconciliables: los muertos vivientes lentos, constantes e inevitables, y las hordas rápidas que arrasan con todo a su paso. Videojuegos, series y películas han tomado partido una y otra vez. Ahora, un nuevo DLC plantea una pregunta distinta: ¿y si ambos estilos pudieran convivir en el mismo apocalipsis, obligando al jugador a adaptarse como nunca antes?

Zombis lentos en un mundo diseñado para correr

El punto de partida de este crossover nace de una decisión clara: transformar la experiencia habitual sin romperla por completo. Los mapas mantienen un tamaño similar a los ya conocidos, pero el diseño cambia de forma notable. Los recorridos se vuelven más estrechos, cerrados y asfixiantes, reduciendo las opciones de escape y obligando a pensar cada movimiento.

La gran novedad está en la presencia de los Walkers, los icónicos zombis de The Walking Dead. A diferencia de las hordas veloces, estos enemigos avanzan despacio, pero lo hacen en grandes grupos resistentes y persistentes. La amenaza ya no es solo la velocidad, sino la presión constante y la posibilidad real de quedar atrapado.

Los enemigos especiales clásicos no desaparecen. Siguen presentes figuras reconocibles como los Bulls o los Bombers, pero se suma un nuevo tipo de amenaza: el Spiked Walker. Este zombi destaca por su cabeza blindada y por provocar sangrado al acercarse demasiado. El combate cuerpo a cuerpo deja de ser una opción segura y el juego invita a priorizar el ataque a distancia, derribarlo y rematarlo en el momento justo. Si se falla, el enemigo vuelve a levantarse y la tensión regresa de inmediato.

El resultado es un ritmo distinto, más calculado, donde la paciencia y la colocación importan tanto como la puntería.

Personajes icónicos y armas que definen su legado

Este contenido no se limita a cambiar enemigos. El DLC introduce una campaña dividida en tres capítulos protagonizados por algunos de los personajes más reconocibles del universo de The Walking Dead. Rick Grimes, Daryl Dixon, Michonne y Negan pasan a ser el eje de la experiencia, con una presencia que va más allá de lo visual.

Las voces originales regresan para dar vida a estos personajes, reforzando la sensación de estar dentro de ese mundo. Cada uno llega con su propio sello en forma de equipamiento. Rick mantiene su inseparable revólver, Daryl su ballesta, mientras que Michonne y Negan aportan armas cuerpo a cuerpo completamente nuevas: la katana y el inconfundible bate Lucille.

Estos añadidos no son meramente estéticos. Cambian la forma de afrontar ciertas situaciones y aportan variedad a los enfrentamientos, especialmente en escenarios donde el espacio es limitado y la presión aumenta segundo a segundo.

La narrativa se apoya en lugares clave del universo televisivo, reinterpretados bajo la lógica jugable de World War Z, mezclando acción directa con momentos de tensión más pausada.

Tres escenarios, una misma lucha por sobrevivir

La historia del DLC se estructura en tres capítulos bien diferenciados. El primero lleva al grupo a la prisión que en su día sirvió como refugio y que ahora se ha convertido en una trampa infestada. Lo que empieza como una misión de rescate se transforma rápidamente en una huida desesperada por sobrevivir.

En el segundo capítulo, el regreso a Alexandria no trae alivio. El asentamiento está en llamas y los Walkers se han adueñado de las calles. Mantener a salvo a los supervivientes se vuelve cada vez más complicado y obliga a improvisar con los recursos disponibles.

El cierre de la campaña se traslada a un hospital en Atlanta, donde el objetivo es recuperar medicación vital. El entorno es aún más peligroso que antes, con pasillos estrechos y una densidad de enemigos que castiga cualquier error. El éxito no solo significa avanzar, sino salvar vidas.

Este cruce de universos busca demostrar que los zombis rápidos y lentos pueden coexistir, aunque sea de forma caótica. World War Z x The Walking Dead llegará a PS5 y PS4 en enero de 2026, listo para poner a prueba a quienes creían haberlo visto todo en el apocalipsis.